jueves, 22 de octubre de 2009

UN ESCÁNDALO MÁS NO MARCA LA DIFERENCIA

POR: ANDREA GÓMEZ

En Colombia poco o mucho se quejan de las injusticias que pasan por los ojos de todos, que si una próxima reelección presidencial, que si se aprueba el proyecto de ley para sentenciar a cadena perpetua a los violadores de niños, que el escándalo de los hijos del presidente y aparte el hecho de inventarse nombres a cada uno de los pleitos políticos de el país: Yidispolítica, Farcpolítica, Parapolítica, entre otros.
Son muchos los escándalos que se dan a conocer diariamente en los medios de comunicación. Recientemente se destapó otra olla podrida: el escándalo de Agro Ingreso Seguro, un caso más de posible corrupción en Colombia.
Un escándalo más o un escándalo menos no hacen la diferencia en un país donde lo inimaginable es posible, este cuento es quizá una estrategia política en vista de que se acercan las elecciones, puede que sean pataletas de ahogados para tratar de escalar hacia un puesto más alto en el maravilloso mundo de la politiquería.
Pero lo más sorprendente de esta historia es que una vez más el presidente Álvaro Uribe, se lava las manos diciendo que si hay irregularidades en los desembolsos que le ha hecho el Ministerio de
Agricultura a ciertas familias adineradas, éstos deben ser regresados y que se mantengan congelados los que no se han hecho hasta que se investigue el caso. Además dijo que hay que corregir Agro Ingreso pero no acabarlo.
Prueba fehaciente de cómo por arte de magia se borran los problemas, ese es el cuestionamiento que todos deberían hacerse, cómo es posible que arreglen los problemas como si fueran bolitas de plastilina, los moldean a su conveniencia y nada ha pasado.
En fin es de dudar que en los ministerios y que el propio presidente no sospecharan de las irregularidades, sí Uribe en cada Consejo Comunal reconoce a quienes asisten, si por algo se ha caracterizado es por manejar muy bien su memoria y aún así nunca sospechó…
Este artículo es un llamado al país para que abran los ojos y se den cuenta de lo que sucede, no es posible que siempre sean los medios de comunicación los que siempre hagan las denuncias y el gobierno nunca se entere ni sospeche de las cosas que andan mal.

LLEGÓ LA SALVACIÓN AL METRO DE MEDELLÍN

POR: ANDREA GÓMEZ RICARDO

El Metro de Medellín es el Sistema de Transporte Masivo del cual disponen la mayoría de los habitantes de la ciudad y del Área metropolitana es además la primera experiencia de transporte masivo moderno que se vive en el país. Su creación facilita el desplazamiento de personas en la ciudad y su entorno, es una figura representativa de la región, que se creó con el fin de mejorar la calidad de vida y es el resultado de la pujanza de la que tanto se enorgullecen los “paisas”.
El proyecto inició el año 1985 gracias a la inversión extranjera generada por los contratos firmados entre el municipio, el departamento y firmas de construcción alemanas y españolas. Pero como en esta vida no todo es color de rosa, con la construcción del metro se generó una gran deuda externa con dichas firmas, que trajo consigo un sin número de disputas legales. En total la inversión resultó por una suma de 2.174 millones de dólares.
Mucho se habla de la transformación que ha tenido la ciudad gracias a la existencia de un sistema de transporte como el metro pero el monto total de su construcción genera un costo muy grande por parte del Estado y el departamento de Antioquia, después de varios años de líos jurídicos, demandas y acuerdos legales, no se ha determinado cuál es la cantidad real que todavía se debe por su construcción, han sido largos años de inversión en los cuales se ha podido contribuir al incremento del desarrollo social, si bien el Metro de Medellín es una bendición para sus habitantes, es un carma que deben pagar sus gobernantes y el Estado, para la muestra un botón durante 1986 y 1990 la construcción se paralizó, porque el Estado no tenía cómo responder por los costos. Es importante resaltar que gracias a la Ley de metros el gobierno departamental logró descansar el bolsillo, pues pasó de responder por el 60% de la deuda a pagar el 40%, el resto le queda a la Nación.
A estas alturas del partido no se sabe si el metro es un milagrito o es un encarte, creo que los Antioqueños se enorgullecen mucho de ser los pioneros en la construcción de un sistema de transporte como el que tienen, pero la cantidad de problemas económicos a los que se han tenido que enfrentar sus propietarios son innumerables, como lo son también las cifras que se deben pagar y como cosa rara representan una desventaja abismal porque obviamente toca responder en dólares y eso sin nombrar los intereses.
Pero como a todo el que se sufre le llega su momentico de felicidad, esa oportunidad le llegó al departamento, el pleito legal que tiene Metro de Medellín y el Consorcio Hispano Alemán (CHA) que construyó el sistema de transporte masivo parece aclararse de una vez por todas, por la firma de un acuerdo que realizaran las dos entidades, con el acuerdo ambas desistirán de todas sus demandas.
Al parecer una de las consecuencias para ponerle fin al pleito legal, es la incrementación de la inversión extranjera en especial de la Unión Europea que estaba detenida por semejante lío, quizá este es el momento que el Sistema Metro estaba esperando, la EU apareció como su Ángel guardián (muy raro que no fueron los Estados Unidos) y parece generar más confianza en el asunto de la deuda, todavía falta saber cuál será la cifra total a pagar, pero lo que sí es cierto es que abrir horizontes hacía nuevas inversiones es algo muy favorable para el metro y el departamento, sí en algún tiempo el Metro de Medellín fue un alivio, las transformaciones que sufrirá por las inversiones extranjeras, serán una salvación que abrirán las puertas a una integración y renovación urbana.